miércoles, 1 de diciembre de 2010

Torbellino de machadernismo

Una insólita fuente
por donde corre el agua
silenciosa y aguda
como un rumor de gente.
Un verso de Neruda
que se pierde en el hastío
de sobrequerer lo querido
como rosa que se arruga.
Una tarde que ha caído
sobre el tejado de la escuela
en el crepúsculo suena
como la noche suspira alivio.
Una mota de arena
que ha construido un barco
que se vuelve manso
de verse a toda vela.
Una raíz de un árbol
que absorbe la energía
de cuanto esté encima
ríos, mares o lagos.

Un suspiro que pasó viajero,
sin decir nada primero,
sin saber a que se atenía,
sin querer querer decía.

Un ciprés que da su cuerpo
para sepultar a un muerto
que se alza sobre cenizas
cual fénix renacentista.

Y una vida...
Y un amor...
Y un... todo.
Todo lo que ves o piensas
destartalado en tu cabeza
sirve de almohadón
para las grandes ideas
para decir que ya no te interesa
ni el más remoto lugar
de crecientes árboles
con luna presta
a pensar que existe entereza
en tus ojos caídos,
que me miran y no regresan...

2 comentarios:

  1. Me ha encantado, si hubieses colocado la ultima palabra un agudo, habría sido sencillamente perfecto. No obstante, odio que me digan estas cosas sobre lo que escribo, y odio consecutivamente decirlo sobre lo de los demás, así que más que como una crítica, piénsalo como si lo hubiese dicho un paleto que pasaba por ahi ^^"

    Lo dicho, realmente precioso, me ha encantado ^^

    ResponderEliminar
  2. Gracias por la crítica,siempre constructiva, pero prefiero que la última palabra sea llana para dar un aire de melancolía con los puntos suspensivos

    ResponderEliminar