viernes, 10 de diciembre de 2010

Ese beso

Ya no puedo sentir lo que siento,
estoy necesitado de un nuevo sentimiento
que me desvela por la noche
clamándome en un beso.

Ese beso que no llega
desde el más absoluto infierno.
Es la línea entre el dolor y la noche,
es el consuelo, el único que tengo.

Reniego al retroceso de mi ruego,
pues aunque me duela como un puñal
ese mencionado beso ya tiene dueño,
o no lo tendrá. Ese beso del infierno,
que me hace una noche trasnochar.

Y no encuentro nada de repuesto
a lo que aferrarme y desconsoladamente
llorar, hasta que quiebren mis huesos
de sujetar, tanto, tanto peso
y mis lánguidos brazos se dejen llevar
¿Por qué? Por el mismo viento...

1 comentario:

  1. Nostálgicas tus palabras, de un ser que perdió aquel beso que la hacía vivir, amar, y que no puede olvidar. Que en su triste realidad le toca aceptar la distancia, la ausencia, la soledad. Me identifico con tus palabras y en mi esperanza busco encontrar quien me enseñe a vivir de nuevo, sentir, amar… Un poema muy bien construido y bello. Gracias por compartirlo

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