martes, 17 de agosto de 2010

Ver estando ciego, oír sin escuchar, oler sin poder respirar, saborear sin gusto, tocar sin ser tocado... Y volar... Quizá planear por algún recóndito cielo anaranjado, con un mar de aguas cristalinas verdosas, con peces de colores atravesando despiadadamente las costuras del mar. Con pájaros de colores vivos y deslumbrantes. Con arena lisa, fina... blanca... palmeras... brisa... vaivén... hamaca... quizá un caipiriña... quizá compañía... tumbado sobre los problemas, enterrados bajo la tierra, balanceando... descansando... dormitando... entrecerrando los ojos... y cuando vuelves a despertarte ha desaparecido todo, ya no queda ni una mota de arena, sólo algo de agua. ¡Ah! tampoco... sólo es la baba que recorre la almohada expulsada cuando soñabas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario