martes, 31 de agosto de 2010


Esquivando gotas de agua contaminada procedente de aires acondicionados que sin miramiento te lanzan. Tapándonos del abrasante sol que se alza por la tarde. Un pelotón de chanclas, bañadores y gorras. Bares climatizados llenos. Señoras en la puerta de sus casas con sillas de la playa. No es un juego de Mario Bros, donde tienes que ir esquivando obstáculos, no; es la magia de Sevilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario