jueves, 14 de octubre de 2010

Cuaderna vía libre

Es menester saber que en vuestra hora yo conocía
a un mozo que bien no lo sabía
el arte de adorar, el perfume de soñar y la osadía.
Yo le ausculté sin desazón, con muestra de vasallaje
Lo enseñé en el camino del mestizaje,
Como muestra de nuestra simpatía,
hicimos lazos para la toda vida
Así cambiaron los lustros, y su condescendencia
Vagábamos por estepas vacías
Todo eran carros, bueyes y dolores
Tirábamos de nuestra servidumbre para enriquecernos
Llorábamos por un mendrugo a moco abierto
Temblábamos si veíamos a los capitanes
Las tropas reales, crueles y fatales.
En esta edad de oro y despojo,
sólo quedan nobles, pobres y desvalidos...

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