viernes, 16 de julio de 2010

El viento...


Una brisa puede ser un viento sugerente. Una palabra dejada en el aire puede ser una frase arrastrada por el viento. Una insinuación puede ser una acumulación de frases que el viento tergiversa y magnifica. Una caricia puede ser una insinuación convertida en materia, a través del cariño del viento. El viento... que todo lo mueve, con su siseo y su prepotencia. Quizá un lametón al viento rompería la normalidad con que se pasea ante nosotros haciendo alarde de su condición etérea. Hay que salir y decirle al viento que se pare y se caiga, y todos nos riamos de él, como tantas veces se ha reido él de nosotros.

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