Parece que siempre es siempre
Nunca es siempre y siempre es nunca
Algunas veces es siempre y otras nunca
SECRETOS DE UN EXPLORADOR
Sin tus pies no he caminado,
Tus zapatos ya me queman.
Tus tobillos me recuerdan
Al relieve de la meseta.
Se han convertido en figuras
Tus piernas fijas y recias.
Las caderas narran cuentos
De alguna historia, o guerra.
Un dulce prado callado
Es tu vientre en la niebla.
Por tu tronco pasan peces,
Nadan las fértiles penas.
Tus brazos me han capturado,
Yo me he dejado enredar.
De tus manos me he cogido
Sin saber donde me llevas.
Álgido como el sol de abril,
Tu cuello alcanza las ideas.
Portadora de tus sueños
Y deseos es tu cabeza.
Cara sonrosada y pálida,
Óvalo con curvas tersas.
Saliente de la caliza
Es tu bella nariz recta.
Las orejillas como alas
De aquella criatura esbelta.
Por tus ojos me he llevado
Sin saber lo que pensar.
Me decían tus cabellos
Tus virtudes y rarezas.
Es un sueño tu nostalgia,
De tus miedos ya regresas.
De tus montes a tus mentes
Pasas riendo tan contenta.
Te miras en el algún cielo
Y te encuentras ilesa
Como un huracán ausente
Provisto de tal tristeza
Que, hasta las nubes lloran
En una mar de barcas sueltas.
Tus sí son un no rotundo,
Tus rechazos te embelesan,
Pero muy dentro de ti,
Tus elogios son pureza.
Ya dije lo que te quiero
Aún no dije belleza.