Sos mi cuerpo enjaulado
que ruge sin parar
Sos mi alma del diablo
que peca sin cesar
Sos mi espíritu alado
que grazna sin parar
Se mueve de un lado a otro
Se balancea en su columpio
Me ahoga como un despojo
Me deja con el ayuno
de no probar la manzana.
Después me viene a devorar
Se introduce en mi mente
y me hace pensar
Me hace matar el dolor que llevo dentro.
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